No digo esto en un escribir por escribir. Siempre intento ser claro y atender a las cosas más urgentes, pero estamos urgidos por tantas cosas, por tantas preocupaciones, que es difícil designar los problemas más preocupantes. Aunque ya sabemos, virus, cambio climático, problemas económicos, incertidumbre de un tiempo difícil en todo el planeta aunque al tiempo tan sorprendente y hasta puede que lleno de muchas esperanzas del lado de la digitalización que sigue ahí entre nosotros imparable y cautivándonos absolutamente a todos prácticamente.
Hoy en mi región estamos muy preocupados por el Mar Menor. Como digo en el título de esta entrada, no paro de escribir acerca de todas estas cosas por Facebook, al tiempo que intento no olvidarme de otras que creo debo seguir haciendo, como leer, estar al día, procesar, escribir, hacer música y, como todos, seguir resistiendo o incluso aspirando a ser feliz; aspiración que es de todos según Aristóteles y cualquiera que algo piense y observe; y tal es lícito. El problema es saber qué es lo que más pueda hacernos felices y desde luego que destrozar el planeta o fastidiar al prójimo no pueden ser los caminos para encontrar precisamente la felicidad.
Me agradará seguir escribiendo por acá, pero es cierto que por acá casi nadie me lee y todo el que escribe gusta de ser leído y comprendido, como todo el que se dedica con pasión a la música gusta de ser escuchado. Al menos he podido, con no poco esfuerzo, actualizar esta mi página e incluso añadirle una sección dedicada a mi pequeña labor de escritor. Ojalá aporte cosas interesantes. Espero que alguna que otra sí, porque el mundo está saturado de patochadas, inconsciencias y de cosas supérfluas o incluso inconvenientes.