Sí, muchos hablan de 2020 simplemente desde el lado de la desgracia que ha supuesto para el mundo entero el Sars Covid-2; hablan de algo muy evidente para prácticamente cualquier y en cualquier parte del Globo, consecuencia esto de el efecto de la globalización que gozamos o padecemos, depende desde qué lado queremos mirar. Yo, sin embargo, no pienso tan sólo así: la pandemia ha sido una desgracia, pero también como muchos creo que ella y todo lo que le rodea nos están apuntando hacia muchas cosas, hacia muchos territorios que eran casi tabú o que no queríamos abordar, como por ejemplo el tema de la necesaria solidaridad que apenas si encontramos en la derecha, y menos en la «derechona» de este bendito país. La solidaridad y el mostrarnos la precariedad de muchos de nuestros sueños burgueses.
Sí, soy de los que pienso que hemos de aprender de todo esto, y sobre todo los que han estado todo el tiempo más alelados, porque en Filosofía, en Sociología, en Biología, por ejemplo, y personas de sentido común, sí hemos estado atentos a la lamentable deriva en muchos respectos de nuestro mundo occidental.
Somos pues no pocos los que queremos ser capaces de cambiar lo suficiente de rumbo para no darnos en las narices con la desagradabilísima realidad de que las cosas no puedan seguir funcionando tan alegremente como a muchos les gustaría, sin tener más cuidado por las cosas más importantes. Somos los que pensamos que 2020 ha abierto la posibilidad de mirar más sosegadamente y con más cuidado las cosas, los que sabemos que nada puede ser «normal» en el sentido que defienden los negacionistas tan sólo, los liberalistas y hasta los fascistas y aun quasi nazis cuando no nazis al más puro estilo. Lo vemos muy claramente por la misma España, lo estamos viendo por Estados Unidos, donde además la pandemia ha sido más dramática todavía. Por eso, ahora que comienzan las vacunaciones y puede abrirse una puerta a la esperanza, queremos ser más solidarios, más cuidadosos aún con el medio ambiente y hacemos preces para que la Digitalización no se dedique sin más al chunta chunta de «vamos para adelante al progreso infinito a pasos agigantados y el que no nos siga que se joda», sino que queremos ser auténticos seres humanos, con inteligencia y corazón, con corazón e inteligencia.