música y pensamiento
HEGEL, con lo listo que se creía se equivocó: el calvario del espíritu no concluye felizmente tras la Revolución francesa. Se despliegan las épocas, se exponen, escinden y reconcilian parcialmente, pero seguimos padeciendo: no hay plena reconciliación de los hombres, aunque ha habido no pocas tentativas de hacer las cosas bien para todos. Y es … Continuar leyendo
Con lo bien que se vivía –sobre todo algunos- con la astronomía cerrada de las esferas celestes y tantos que empiezan a repensar y medir y a darle vueltas a las lentes… Lo malo es que nos hacemos más listos y también más listillos.
Ya se sabe: empezaron a razonar sobre el universo, ¿no dormirían bien con los cuentos?
¿Representable? En todo caso por un signo. ¿Es Dios, en realidad, sólo el conjunto de todos los números? ¿Es bello? ¿Es sólo racional? ¡Infinito!: tú también estás entre el orden y el caos.
Nuestro Orden con problemas. ¿Cómo soslayar que si seguimos descuidándonos nos cargamos el planeta, nuestra madre y nuestro vehículo espacial? Habrá que organizarse mejor seguramente.
¿No será más sencillo organizar ese caos más a lo “andar por casa”? El cuento, ese trozo de discurso no muy veraz que nos hace dormir tranquilos. De lo innombrable vamos al caos primordial; de aquí surgen la Tierra, luego el Cielo, los Titanes, los dioses, los héroes…
No suponer; saber del universo, obliga a discurrir no poco y a unas cuantas cabezas: ¡son a modo de cuerdas que resuenan por todas partes y nos brindan todas las partículas que podamos ver y no ver…!
¡Ajajá!: ¡el primer computador! Un poco grande y lento, pero vaya. Las chicas lo manejaban bien aunque pudiera incordiar un poco a los vecinos de Filadelfia. Pero al gobierno de los EEUU parecía gustarle el juguete.
También es posible que haya discursos (discurrir), pero caóticos entre sí. ¡Qué materia tan sutil, de por sí informe, caos, vital, que se deja apresar y “conformar”!
