¿Cómo no prendarse de Mastia Asdrúbal? ¿Cómo resistirse a fundar una ciudad como centro de todas las operaciones cartaginesas en la península ibérica? A los pocos años desde aquí, Qart Hadasht (Carthago la nueva, en lengua cartaginesa) parte Anníbal para intentar acallar al molesto y todopoderoso enemigo, pero este, tan ducho en la guerra, sabe rendirla tan sólo a 28 años de su fundación. Todo hay que decirlo: Escipión puede lograrlo estando desasistida al cederle tantos hijos al bravío Anníbal.
Caer en manos de los romanos es quizá el motivo de ese lamento que tantas veces se alza por debajo de los diversos desfiles y tañidas de tambor, el lamento que está por debajo de cabildos burlados o primeras repúblicas que ningunean, o por debajo del sometimiento, también resistiendo más que tantos, al último régimen militar.
Asdrúbal levanta murallas, palacio, legisla, pero Escipión sabe burlar sus inexpugnables defensas: despista por acá mientras entra por allá.