Cartagena es sublime por muchas cosas, ejemplo por su comportamiento durante la Primera República, allá por 1873. El federalismo era una idea muy esparcida que parecía que la República iba a orquestar y luego abortó; pero con Cartagena no se jugaba al “ahora sí ahora no”. Realmente se trataba del Cantón Murciano.Cartagena no quería desgajarse de Murcia: fue la región la que quería comportarse como un cantón junto a otras en el Estado. Sólo que el poder sofocó la rebelión de Murcia en Agosto, mientras que no consiguió abortarla en Cartagena, hasta enero del año siguiente.
Larga Noche, un cañonazo avisa de la sublevación; llega Gálvez en tren a la ciudad, la gente lo festeja; jalea desde el Ayuntamiento; las campanas alertan de andanadas desde barcos del gobierno central. Se resiste perfectamente, sale la Numancia y otras a combatir a mar abierto; arrecian los ataques. Desde ya algunas baterías de la ciudad se dispara incluso contra el cuartel de artillería, refugio de mujeres y niños en mismo día 6 de Enero; y luego, destrucción de las tres cuartas partes de la ciudad. Adiós al proyecto de igualdad, de exaltación de los pobres y del trabajo para todos.
No llegan a 5 minutos para estos 6 trepidantes meses de gran ilusión y tanto sufrimiento.