Cuánto sabor en este Barrio, que hunde sus raíces también en el pasado, pues sabemos que en época romana estaba poblado de villas de recreo. Milenario, siempre dedicado a la pesca, dentro de las tranquilas aguas de la dársena y fuera. Llevando a hombros a Nuestro Padre Jesús desde hace siglos, Marrajo de vocación y por esencia, barrio de pobres honrados, como la inmensa mayoría de los pobres.
Mar casi sereno, falda de monte San Julián, “aguaor” que pasa en su carro, fábrica del vidrio, barquitos de pesca en su puerto, cantinela del Jesús en el aire.