Por la izquierda nos llega el rumor del Estero que llenaba el actual ensanche de la ciudad. Pronto surge al centro el Monumento funerario romano, gran túmulo cuadrangular a la memoria de Didius, procónsul. La mole ha resistido perfectamente el paso del tiempo y tantas hazañas desde el siglo I A.D.C. hasta hoy. Por eso resuena en su interior todo ese calvario que, en palabras de HEGEL, ha desplegado el espíritu, como fiel de lo acontecido desde entonces, de todas las cuitas de los habitantes de estas ilustres tierras.
Tomo la representación sonora de ese calvario de mi trabajo “Thalassa kay logos” (track 14) también premiado por la Once, como “Retratos de Mazarrón”; partiendo del momento inmediatamente anterior al cristianismo, tal como lo requieren las circunstancias de su origen<