El pasado día 15 de marzo la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia ofreció un concierto gratuito en el Auditorium Victor Villegas de esta ciudad, en apoyo a la Enseñanza Pública española tan terriblemente denostada en nuestro país. En efecto, como sucede con los demás servicios esenciales esta se está privatizando, prácticamente regalando a entidades no cualificadas para una enseñanza laica y de calidad, tal y como indican los preceptos de la Constitución del 78. En el acto intervinieron José Orihuela, rector de la Universidad de Murcia, y doña Virginia Martínez, quien a la sazón dirigió la formación con su maestría tan apreciada en todo el mundo: una joven directora de Molina de Segura, de talento tan especial, siempre apoyando las buenas causas; podemos visitar su página en
http://www.virginiamartinez.com
Pude asistir a este acto del que siempre voy a recordar un grato recuerdo, porque su significación me parece central y porque la orquesta sonó espléndidamente, una sincronía verdaderamente clásica, es decir: con precisión rítmica, como compete a Mozart y Beethoven: fueron interpretadas la ‘Overtura de las bodas de Fígaro’ y la ‘Quinta sinfonía’ respectivamente.
Dejo aquí un breve fragmento del final del concierto, aunque grabado artesanalmente y en mono. Pero suficiente para observar la ejecución de la orquesta bajo la batuta de Virginia, así como para expresar mi admiración ante ellos, los mismos que hace poco estaban a punto de desaparecer por obra y arte de don Pedrito Cruz, consejero de cultura del PP hace unos años:
Recordar que también figura artículo y audición de la actuación de esta orquesta con ocasión de su posible desaparición hace unos años a manos de don Pedrito Cruz, que obviamente recibiría órdenes de don Ramón Luis Valcárcel, presidente en la época de esta región, tan maltratada por esta formación política.