Parece mentira, hasta dónde llega la mala fe o la ignorancia de la derecha, que inculpa a Zapatero de todos los males que nos aquejan, cuando Zapatero está siendo el paraguas de los verdaderos causantes de la crisis: banqueros, reyes de las finanzas, especuladores en general, empresarios sin escrúpulos -por supuesto que no todos-. Zapatero, asustado por el panorama, un panorama claramente internacional, da oxígeno al capital, todo tipo de muletas, como si fuera político de formación neoliberal, y se gana la antipatía de electorado de izquierdas, pero nunca conseguirá la simpatía de la derecha, por aquello de que «Roma no paga a traidores».
¡Pobre Zapatero! No quisiera estar en su pellejo; hago el trabajo sucio de la derecha y encima me dan de patadas a cada momento. Y la gente concienciada con lo que está realmente pasando tampoco tiene motivos para colocarle ninguna corona, en tanto que él está más preocupado por parchear el ruinoso sistema, a costa casi de lo que sea.
Aunque el peor proceder es el de aquellos que cínicamente aprovechan las circunstancias para no reconocer el agotamiento del sistema capitalista y su alta iomoralidad, sirviéndose de él doblemente, para que eche el capote y, al tiempo,para silvarle a cada momento y presentarlo como el demonio a los que poco saben de relaciones económicas, funcionamiento social e historia de la humanidad. Es más fácil aceptar cualquier cabeza de turco; ¿y cuál a de ser? La del presidente de un gobierno, sin saber que en el tablero hay muchísimas más fichas y que la partida tiene carácter mundial.
¿Habrá que volver a repetir aquello de que el trabajador que es de derechas o no se entera o es tonto? Pues un poco de tontos sí es el no profundizar mucho y creer aquienes digan: «Zapatero es el causante de la crisis económica que vivimos». ¿Es Zapàtero causante del pésimo funcionamiento de la banca, del diabólico juego de las Suprime