Hoy me tocaba estar en La Habana. ¡Qué pena que no ha podido ser!

Así es. Íbamos a viajar hasta allá 30 compañeros de TunaEspaña: una simpática Tuna fundada por don CArlos Espinosa Celdrán, que cuenta en la actualidad con más de 800 componentes de España e Iberoamérica.

La situación de la Isla recomendó no volar hasta allá. De hecho, el Embajador de España nos indicó el pasado viernes en la noche, 18 de octubre, que se suspendían todos los actos culturales a consecuencia del gran apagón sufrido en toda Cuba.

Lamentable que la maravillosa Cuba deba resistir cual Numancia. Lamentable que el mundo esté sufriendo tanto por la codicia humana.

Otra vez será hermanos cubanos. Muchos compañeros sí se decidieron a volar, pero TunaEspaña oficialmente no ha podido llevar a cabo todos los actos que estaban programados y aprobados por el Gobierno cubano. Naturalmente que siento este penoso incidente que está haciéndolo pasar tan mal a nuestros hermanos de esta maravillosa isla, llena de vida, de música, de ganas de paz e igualdad entre todos los hombres.

Lo de menos es que yo no haya podido realizar mi sueño de estar en La Habana en el cumpleaños de Flaco Rodríguez y de Pedro Egio, según cuento en esta novelita homónima. Lo demás es que deberíamos ser capaces de animorar el sufrimiento de tantos seres humanos, por Cuba y por tantas partes de nuestro querido Globo Terráqueo.

Deja un comentario