Acerca de mi libro «Quince Relatos», de próxima publicación, aunque sea en tirada tan reducida como acostumbro a hacer: ¡qué remedio!

Siempre me ha gustado escribir; escribir y hacer música; hacer música, escribir, enrollarme bien con los amigos, aun cuando hoy el ser muy claro para decir las cosas pueda hacer que pierdas unos cuantos. Afortunadamente uno subsiste a pesar de tantos pesares, porque sí gusta de la vida, de forma creo que bastante sana en … Continuar leyendo

Soy de los que piensan que 2020 nos ha dado más de una lección

Sí, muchos hablan de 2020 simplemente desde el lado de la desgracia que ha supuesto para el mundo entero el Sars Covid-2; hablan de algo muy evidente para prácticamente cualquier y en cualquier parte del Globo, consecuencia esto de el efecto de la globalización que gozamos o padecemos, depende desde qué lado queremos mirar. Yo, … Continuar leyendo

Mi colaboración en este mes de septiembre de 2020 para el espacio del Laboratorio de la pandemia

Se trata de un breve texto de unas ochocientas palabras, tal y como pide el Laboratorio para quienes queremos colaborar de motu propio con él, en este su intento de ofrecer soporte reflexivo a los tiempos que nos tocan vivir a todos en el Planeta; un espacio creado para esta finalidad precisamente, desde la Red española de Filosofía e impulsado entre otros por el profesor Antonio Campillo Meseguer, mi profesor en algún momento de mi formación académica en Filosofía, que abarcó los años 1977_84, si cuento el tiempo también como Tesinando, todos en la Facultad de Filosofía y Ciencias de Educación en aquella época; posteriormente esta Facultad lo ha sido ya directamente de Filosofía, una vez que Pedagogía se independizó como Facultad propia.

Transcribo a continuación el texto íntegro.

Pandemia y digitalización (Pedro Egio – Murcia, 26 de agosto de 2020)

por El Laboratorio

Quizá el fenómeno «esencial» más relevante -o, al menos, uno de los más relevantes- de la sociedad de nuestro tiempo sea la Digitalización, entendida como la traducción a ceros y unos de manifestaciones analógicas, y definidas estas como «analógicas» desde la misma instancia de la Digitalización, se trate de  texto, audio, vídeo, bases de datos, ítems, porciones informativas de toda índole; y, por cierto,  con un poder de proceso y de cálculo que va siempre en aumento, en un desarrollo tanto del hardware como del software, de una forma tan exponencial que a cualquiera en todo el globo terrestre deja cuando menos perplejo. 

Esta Digitalización en sí misma es un fenómeno esencial casi misterioso, pues supone la cumbre, hasta el momento, de esa tendencia a la Lógica, la Matematización, la Cientización y la Concienciación -propia esta última de lo que llamamos Filosofía- por parte de lo que al comienzo fueron grupos humanos más o menos diferenciados, pero que ya es, desde la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos del presente, una Humanidad Global. La globalización es el resultado de esta actividad esencial del colectivo de seres humanos a la que denominamos Digitalización y que conduce a concebir el devenir de la humanidad, su historia, como un devenir en constante Progreso, no siendo esto sin más del todo cierto.

Y aquí estamos, dado el reducido tamaño de este escrito, en el centro de la idea que quería aportar: el hecho de que tal Digitalización, siendo en sí misma -y casi misteriosamente- tan brillante, comporta también tremendos riesgos si
sigue sometida a las órdenes del Neoliberalismo y del reciente Neofascismo que llega a darse la mano con él.

Foucault y otros pensadores han analizado los fenómenos “esenciales” como prácticas sociales situadas, como condiciones “existenciales”, por utilizar el término del que se sirve Heidegger para definir al Dasein humano. Esto que yo llamo “esencial” -parodiando, si se me permite, a Heidegger- define a nuestra época, aunque ninguno de ambos pensadores llegó a abordar la actividad “digitalizadora” o “digitativa”, porque su eclosión arrolladora no se produjo en 1947, con la construcción del ingenio ENIAC, sino más bien a partir de los años 80 del pasado siglo.

Esta digitalización more Neoliberale y Neofachista es la que supone un gran riesgo para la Humanidad Global. Cabe señalar que tampoco fue avistada ni por Huxley ni por Orwell, en sus narraciones distópicas del porvenir. No sabemos si es más temible una sociedad conformada desde el Biologismo del primero o desde el Control que vislumbra el
segundo, aunque la Pandemia parece que está favoreciendo la conjunción de ambos.

Sin embargo, a la par que comporta tantos problemas para el presente y para el futuro, la Digitalización es ya una condición de nuestra vida, un esencial insoslayable, al tiempo que motivo de sufrimiento para colectivos como el de discapacitados visuales, al que pertenezco: soy Licenciado en Filosofía desde los 23 años de edad y ciego total desde que cumplí los ocho. La traducción a ceros y unos de textos -muchas veces por reconocimiento óptico de caracteres
(OCR)-, audios, bases de datos, etc., sin duda posibilita que también los ciegos podamos sumarnos a las prácticas discursivas y sociales de nuestro tiempo, como nunca antes nos era dado, aunque la situación de “lo real”, como registro anillado a lo Imaginario y lo simbólico en términos de Jacques Lacan, siempre se impone numénicamente. “Lo real” en Lacan no es fenómeno, no se manifiesta sino anillado a los otros dos registros: es en todo caso la angustia existencial, pero también es la condición necesaria de lo que tenemos ahí delante.

Esta es pues una cualidad ventajosa de la Digitalización, así como otras sin duda más centrales para todos: organización conveniente de la sociedad global, condición de operaciones complejísimas al servicio de la ciencia y la técnica; y otras menos interesantes, como las exigidas por el régimen neoliberal y cada vez más neofascista del nuevo
orden global, que en este sentido muestra en efecto un carácter peligroso que debe ser combatido y corregido.

El carácter peligroso de la Digitalización es el que hace que este “esencial” opere con una doble faz, de una manera contradictoria. Una contradicción que la Filosofía, lejos de “sofisterías” inútiles y amorales, debe señalar, ahondando en ello todo lo posible, a fin de visualizarla. Cabe esperar que esta Concienciación permita las correcciones necesarias en tal “esencial” de nuestra época. Su conveniente reorientación y democratización permitirá un futuro posible para la Humanidad entera. Esta ha de ser, al menos, nuestra aspiración.El Laboratorio | 15 septiembre, 2020.
https://redfilosofia.es/laboratorio/2020/09/15/pandemia-y-digitalizacion-pedro-egio-murcia-26-de-agosto-de-2020/

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Pianistas ciegos en el Jazz

El post que dejo acá lo publicamos en la página de Tifloinforma, que dejó de alojarse en internet hace unos años; data de 2006 y no me he resistido a dejarlo por acá de nuevo. Aquí lo tenéis como figuraba en aquella ocasión, aunque sin enlaces, porque hoy es bien fácil llegar a la música … Continuar leyendo

Agradezco a la ONCE la inclusión de mi recientemente publicada Tesina, «La descodificación de la Conciencia Romántica en F. Nietzsche», al catálogo de sus obras en sistema Daisy, que pueden ser disfrutadas por todos sus afiliados y ciegos de habla hispana.

Escribí este texto entre octubre de 1983 y febrero de 1984, en una carrera frenética entre mil abatares de mi vida en aquellos meses, de separación temporal de Lola Rubio, la madre de mi hijo Carlos Javier y mi hija María José, con la que había contraído matrimonio el 21 de diciembre de 1980, volviéndome … Continuar leyendo

«Música y Pensamiento: también el título de un programa de mi querida Radio Dos Clásica de Radio Nacional de España»

Sí: plena coincidencia en el nombre de mi página personal y el de este programa que se está emitiendo ya hace un buen tiempo los domingos a las 23 h.

He aquí el enlace al programa emitido esta misma noche:

https://www.rtve.es/alacarta/audios/musica-y-pensamiento/musica-pensamiento-importancia-filosofia-ensenanza-secundaria-07-06-20/5590245/

Y cuánto creo, con sinceridad, necesita nuestro tiempo de amar las artes y el saber; y cuan difícil se tornan ambas tareas, tan esenciales a la humanidad, porque muchas personas se comportan como si «estuvieran dormidas», sin seguir el Logos, como decía el bueno de Heráclito de Éfeso, el Oscuro, y al tiempo tan claro, siendo mucho más oscuros otros, que hasta caminan con mascarilla negra y banderita bien señalada, como si ellos fueran los únicos que aman a su país. Y qué poco entiendo en qué nos benefician y al mismo planeta, aquellos que desprecian tantas cosas de forma tan poco consciente, e incluso son capaces de excluir, cuando no de pisar un cuello de alguien a quien consideran de un universo más degradado. Como si aquí todos no fuéramos más o menos de la misma pasta, todos entre ángeles y mero barro.

Sí, será porque son para mí actividades principales, pero Música y Pensamiento son simplemente tareas centrales, yugo suave y carga ligera.

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Muchos somos los que, como el Gobierno de España, decimos: vamos al encuentro de una «nueva normalidad»

Muchos, los que estamos convencidos de que las cosas no pueden seguir como hasta ahora, como iban sucediéndose a lo largo y ancho, espaciotemporalmente, en nuestro mundo, ya globalizado y tan digitalizado que casi hablamos de realidad de las cosas y realidad virtual. En tal sentido estoy muy de acuerdo con el detalladísimo y amplio … Continuar leyendo

Auguran los psiquiatras, tras el confinamiento

Que va aumentar obstensiblemente el número de trastornos mentales por razones obvias. Se trata de la consecuencia del desplome de un Neoliberalismo feroz, que se está mostrando tan incapaz de dar contento cada vez a un mayor número de personas y que pone incluso en peligro la supervivencia de tantos en un planeta que ha desquiciado.

La pregunta por «quién es responsable del desplome del planeta como casa adecuada a la especie humana» es poco pertinente; es cierto que las condiciones que muestran a muchos lugares como innhóspitos parecen estar ahí y que cada vez aparecen más lugares en esta condición de poca o mala habitabilidad y aún más últimamente en que toda la llamada «aldea global» está así de amenazada por el Covid-19. Sin embargo preguntar por el responsable de todo esto sólo tiene una respuesta sensata: «el Neoliberalismo», que casi es tanto como responder «¡fue «Fuenteovejuna , señor!» a la pregunta del comendador.

En todo caso es cierto que la Digitalización puede ofrecer esperanzas, pero no es menos cierto que a veces también nos desconcierta en grado sumo; una prueba palpable de esto mismo que acabo de escribir la tenemos por ejemplo en las mismas condiciones que están haciendo de la Digitalización lo que está siendo muchas veces: una pantalla de opacidad colocada ante las conciencias de miles de millones de personas. No puede entenderse muy bien que se nos permita escribir, casi gratuitamente, tanto y tan alegremente por la red y que al tiempo las condiciones de esta escritura se hagan tan incómodas al estar abrumado el escritor por demasiadas posibilidades: tradicionalmente una simple pluma y un tintero siempre hicieron maravillas; o, de qué vale escribir tanto si quedan tantos escritos en el más rotundo anonimato tantas veces. Cierto que muchas veces la cultura fue privilegio de pocos, pero tampoco es menos cierto esta gran paradoja actual, según la cual estamos en la época de la comunicación y al tiempo en la época de la mayor vaciedad intelectual de Occidente en tantos respectos.

Es cierto, o al menos lo parece. Y es que, tras este último latigazo del Neoliberalismo, esta última gran crisis, mayor que las precedentes, ante un colapso que parece irremediable, puede que desgraciadamente el vaticinio de los psiquiatras, muy lamentablemente, se cumpla de forma palpable.

Pedro Egio

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