CARTAGENA

Ayer tuvimos la dicha de volver a Cartagena por unas horas y saborear el paseo sabatino por el casco antiguo: el entrañable puerto, la calle Mayor y las Puertas de Murcia ahora más impresionantes, al formar ese maravilloso espacio peatonal, tan cerca de donde vine a este mundo. ¡Qué grato compartir ese momento con amigos de siempre que encontramos casualmente, como cuando paseábamos antes de venirnos a vivir a Murcia al dejar de dar clases.
Soy persona que no lleva el chovinismo escrito en la sangre: me parece que somos «ciudadanos del mundo» aunque haya que reconocer a cada lugar su embrujo y sus logros; considero aberrante la actitud marcadamente nacionalista de muchos y las luchas que ello origine, sean los promotores cartageneros, murcianos, catalanes, vascos, etc., aunque lógicamente tampoco apruebe el centrismo que margina, reprime y olvida.

Pues bien: esa Cartagena, que queda casi desmantelada por efecto de los movimientos económicos de finales de los ochenta, se ve tocada por la mano de la diosa fortuna y saca a relucir, como es sabido, su patrimonio soterrado durante tantos siglos. Y de veras que entonces, la ciudad más gris, militar, de Bazán y de Escombreras se pone sus mejores galas y se muestra a todos como dama eternamente joven, llena de suertes, con tantos Ases en la manga, joya de la región y del país y aun de Europa; que no tiene que envidiar a casi nadie.

Cartagonova ya estaba en los libros desde hace siglos y siglos; pero ahora es como si de pronto todos esos siglos fluyeran y nos hablaran en sus piedras, por tantos puntos de la ciudad, emergiendo con fuerza desde abajo.
No es que me sienta orgulloso de mi tierra, es que me inclino respetuoso, casi abrumado felizmente, por todo lo que fluye de debajo de de su suelo más reciente: son los árabes, es Bizancio, son los cartagineses, pero, para mi sensibilidad y por su solidez, sobre todo es Roma: la Roma que nos muestra la grandeza de sus razones; aunque también quizá nos dé la lección de que la vida fácil, sin muchos límites, nos destruye. Desde luego que cuando contemplamos todo lo que está saliendo a la luz es más la primera sensación la que nos embarga: la de grandeza y solidez; no desde tintes imperialistas y con resonancias trasnochadas. Es normal que nos recreemos y gocemos con todo esto; ante tantos trozos del pasado que nos hacen gestos bajo nuestros pies; y ahora, mejor, aún, delante nuestra.

En la página del Ayuntamiento de la ciudad:
http://www.cartagena.es
tenemos cumplida información de estos puntos. Yo transcribo textualmente lo esencial de cada uno de ellos por si interesara:

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1. Museo Arqueológico Municipal

Constituye el centro neurálgico de las actividades arqueológicas de la Ciudad y su comarca. Inaugurado en 1982, se sitúa sobre la necrópolis tardorromana de San Antón, de finales del S. IV d. J.C. Destaca la colección epigráfica, una de las más importantes de la península.

Dirección: C/ Ramón y Cajal, nº 45. Telef.: 968 53 90 27

2. Centro de Interpretación de la Muralla Púnica

Fue descubierta en 1989, en la ladera sur del monte de San José o de Alétes, según la denominación que esta colina recibió en época romana. Su construcción se remonta al año 227 a. J.C., cuando se funda la ciudad púnica y Cartagena (Quart Hadast, en lengua púnica) pasa a ser capital de los territorios hispanos bajo control cartaginés. Es una fortificación de modelo helenístico, compuesta por dos muros paralelos con 6 metros de separación, unidos entre sí por otros muros. Esta construcción cerraba la ciudad púnica y este tramo corresponde al istmo, único punto de entrada.

Dirección: C/ San Diego nº 25

3. Casa de la Fortuna

Tramo de calzada romana a cuyos lados hay restos de dos viviendas del siglo I a.C. En los laterales se aprecian las aceras, los muros con el umbral de acceso y los pavimentos decorados del tipo Opus signimum pero lo más destacable es la decoración con pinturas al fresco de las paredes del comedor de la Casa de la Fortuna, que recibe este nombre de la inscripción que se lee en el pavimento del patio.

Dirección: Plaza del Risueño, s/n

4. Augusteum

Conjunto arqueológico, datado en el siglo I de C., integrado por los restos de dos edificios públicos de época romana del área foral de Cartagonova. El mejor conservado, se ha podido interpretar como una de las primeras sedes colegiales dedicadas al culto a los emperadores conocidos en el mundo romano.
Cuenta con una sala de exposiciones dedicada al foro romano.

Dirección: C/ Caballero

5. Cerro del Molinete

La colina del Molinete, una de las cinco mencionadas por el historiador Polibio en el s. II a. C. Como sede del Palacio de Asdrúbal, constituye una de las grandes reservas arqueológicas de la antigua Carthago-Nova. Entre los hallazgos arqueológicos destacan los restos de un «castellum aquae» en la zona alta, los restos del Foro y del podium, posiblemente del templo Capitolino de la ciudad, de finales del s. I a. C., y edificios públicos colindantes.
Actualmente esta zona arqueológica está integrada en un proyecto de reforma urbanística.

6. Columnata Romana

Conjunto descubierto en 1957, corresponde a uno de los ejes viarios importantes de la época romana. Se aprecian los restos de una calzada que debía enlazar por las actuales Puertas de Murcia, con una de las antiguas entradas a la ciudad. Los basamentos soportaban un pórtico de transito peatonal.

7. Decumano

Es un conjunto integrado por una calzada romana enlosada, principal eje de comunicación de la ciudad, que enlazaba el puerto con el foro y un recinto termal que se prolonga bajo la calle Honda hasta el cerro del Molinete. Fue excavado en 1968, y conserva los basamentos de una zona porticada.

Dirección: C/ Honda. Plaza de los Tres Reyes

8. Muralla Bizantina

El descubrimiento del teatro romano, a escasa distancia de los restos, ha fechado estos potentes muros entre los que había materiales de época bizantina.
A mediados del siglo VI d. C. el dominio bizantino reactivó la ciudad y produjo reformas urbanas. Parte de los cimientos del pórtico que cercaban el jardín de acceso al teatro fueron reutilizados en las murallas de la ciudad bizantina. Actualmente bajo la Sala Municipal de Exposiciones existe esta curiosa superposición donde destacan los mosaicos romanos.

Dirección: C/ Dr. Tapia Martínez, 2 . Tel 968 50 79 66

9. Museo del Teatro Romano

El espacio museístico se ha construido integrando los restos monumentales en el tejido urbano. El teatro fue descubierto de forma casual; la ladera norte del cerro de la Concepción facilitó en su tiempo la construcción del graderío. Por las inscripciones conmemorativas se sabe que se comenzó a construir a fines del S. I a C., coincidiendo con la época de mayor apogeo urbanístico de la colonia romana. Formando un conjunto único con el teatro se encuentra los restos de la catedral antigua.

Dirección: Plaza del Ayuntamiento nº 9, Tel. 968 52 51 49

10. Centro de Interpretación de la Historia de Cartagena

Situado en la torre del Castillo Medieval La Concepción. Los materiales con los que fue edificado el castillo proceden en gran parte de otras construcciones que existían allí en los tiempos en que la ciudad fue colonia romana. En el S. XIV tuvo lugar una reconstrucción en la que se emplearon grandes sillares del anfiteatro romano. Las últimas obras de restauración en 1994 recuperaran los accesos históricos de la Torre del Homenaje.

Horario: De Lunes a Domingo de 10:00h a 14:30h y de 16:00h a 20:30h.

11. Anfiteatro

El monumento, uno de los más antiguos de este tipo en Hispania, se construyó a mediados del S. I a. J.C., siguiendo los esquemas de los edificios precursores itálicos. Algunos contrafuertes radiales han quedado visibles tras las excavaciones realizadas en los sectores que sobresalen de la plaza toros, edificada en 1854 sobre las ruinas del edificio romano.

12. Museo Nacional de Arqueología Subacuática

Presenta dos grandes bloques temáticos centrados en el patrimonio cultural subacuático y un discurso histórico en torno a sus colecciones, denominado Mare Hiberiarm. La estructura del edificio se armoniza con el contenido expositivo a través de novedosos recursos interactivos.

13. Torreciega

Construcción funeraria romana fechada en el S. I d. J.C., conocida por este nombre por carecer de vanos. Formaba parte de una necrópolis situada junto a la vía principal de acceso a Carthago Nova. Restaurada en 1960, es uno de los ejemplos más emblemáticos de la arqueología en la ciudad.

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