Uno, que lleva en esto de la informática desde 1982 y su título de Actitud pedagógica, donde andábamos con don Paco el Máquinas, los Spectrums, o el Versabraille en los chismes tiflotécnicos, que pasó por IBM Personal Computer, el MS DOS 6.22, el Windows 3.1, 3.11, 95, 98, XP, y se ha podido saltar felizmente el 7, el 8 y la madre que los papa, cae ahora, sin más remedio, y por culpa de Bankia, ese banco de mil vergüenzas que tantó bailó en manos de don Rato, y alucina, como no puede ser de otra forma.
Yo en cuanto a los Windows, sin duda, me quedo con el XP: ahí en el centro de las movidas sandungueras de los precsatas, me parece lo más feliz, lo más rápido, lo más intuitivo, lo más elegante, lo más acabado; pero Claro, no así ha sido a los chicos de Microsoft, que siempre andan corriendo, traspuestos por la competencia cupertina, y así nos va a todos, urgidos por la rapidez, el estrés y tanto bobalicón que se acerca a las máquinas para los selfies, la foto fácil, la amistad impresentable, la búsqueda de gilipolleces en la red y tantas otras fruslerías por el estilo.
Y hete aquí que el XP es una maravilla, para el audio, para el vídeo, superprofesionales, una vez que los dispositivos ya son superápidos, los SATA, los grabadores 52x, las memorias súper, y sólo quizá a falta de 64Bits, pero salvo eso todo ok; en fin, que lo hacemos 64bits y tenemos en mejor sistema operativo en siglos.
Pero no: es mejor aburrirnos con veinte mil historietas más, necesitando procesadores siempre más rápidos que al final van igual de lentos; y luego todo adornado con veinte mil pasillos que conducen al mismo sitio, veinte mil consejitos inútiles o que sólo salvan a los neoliberales estos de la pela y el engaño fácil.
No, no tenemos mucho remedio que digamos los seres humanos: no he visto cosa más desastrosa y aburrida que Windows 10, valga o no para Tablets, lo cierto es que apenas si vale para mucho más que valía don XP, y encima más lento, más liante y mucho más aburrido: qué hartazón de que piensen tanto por nosotros.
¿Saben lo que hice yo con XP?: congelarlo, sí, congelarlo, y ahí lo tengo a mi disposición años y años, como se supone que podríamos tener a don Wolf Disney; el invento se llama Deep Freeze, y sabiéndolo gestionar sólo da buen rollo: programita maravilloso, en circulación en cualquier sala donde los ordenadores son manoseados por inexpertos e incautos, capaces de introducir en un procesador tantos virus como pelos tienen en la despoblada cabeza por dentro.