Los órganos de tubos

Como solemos llamarle, el pipe organ en ingleés, es ese maravilloso instrumento, grandioso física y artísticamente, que nos acompaña desde la antigüedad, que madura en el Renacimiento y sobre todo el Barroco; que se engrandece aún más en el Romanticismo: todo un arsenal de sonidos, todo un precursor de la «síntesis aditiva»; imitador de casi todos los demás instrumentos, en sus registros; esa factura cercana al acordeón en los primeros «portátiles», y en el siglo XIX ya monstruosa fábrica de 7.000 tubos y 4 o 5 teclados más pedalier.
Si queréis música relajante y grandiosa escuchadlos en grabaciones decentes y de buenas iglesias, que hagan de buen caja de resonancia, porque la iglesia es parte de la calidad tímbrica de este soberbio instrumento: todo un synthex bien puro, aunque los synthex electrónicos puedan retorcer más, hasta el infinito el sonido.

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