El próximo jueves, 20 de junio, vuelvo a dar un pequeño recital por la Cafetería el Sur de Murcia y son muchas las cosas que quiero decir al respecto

La primera de ellas que es la última ocasión -espero no tener que desdecirme- que cargo con un piano electrónico y todo el peso que también debe acompañarle- para ir a tocar una hora y media en tan nefastas condiciones, siendo así que por supuesto le estoy muy agradecido al dueño de este establecimiento porque es el único que desde hace años me tiene en gran consideración, también los dueños de La PUerta Falsa, pero esta está cerrada.

He hecho en toda mi vida cosas increíbles, como ir yo a tocar, sin ver, cargado de bártulos, hasta con un Hammond, banqueta de Hammond, soporte de Hammond, Pedalera y el equipo de amplificación, 80 kilos y no son muchos hoy día, y los he montado en tiempo record, por ejemplo por la Cafetería Ítaca; estoy harto de la bobería murciana, una ciudad que, por dejadez, ahora está bien cerca de ser una región manchada por el fascismo cuando no por el nazismo.

Lo voy diciendo a mis más allegados: Pedro Egio se jmubila ya: a mis casi 66 años: será mi segunda jubilación. Entre la primera, lamentablemente siendomuy joven, y esta segunda no he parado de trabajar: sí, de trabajar, más tranquilo quizá, pero como un verdadero mulo. No sería capaz por acá de resumir todo el fruto de mi trabajo de estos años: está vertido en mis libros, en mis discos y en mi activismo social en favor de todos:

Porque yo con los negacionistas, con los exclusivistas, con los ladrones y sinvergüenzas es q ue sinceramente no puedo. Tuve muy buenos profesores que me enseñaron perfectamente a distinguir el grano de la paja, el bien del mal, la cara dura del buen corazón.

Así es que si no os gusta cómo lo hago en público mirad por dónde os váis a librar de mí, a no ser que cambie mi suerte y comiencen a darse cuenta de que Pedro Egio no es ningún chalado, ningún mal compañero y que es realmente un artista y un escritor, de buen corazón y que quiere que todo el mundo viva y deje vivir en paz a sus hermanos: lo mismo que precisamente no hace ninguno de estos caraduras de derechones españoles y europeos y de más allá que simplemente ofenden todo el día al mismo Cielo.