«¡El pobre sólo tiene derecho a morirse!»
He escuchado esta frase en labios de una persona que la decía sin rencor, pero alzando la voz lo suficiente para que otra persona en la acera opuesta de una calle ancha de Murcia la escuchara; y por supuesto sin importarle que otras personas más la oyeran. Es cierto que parece que ese sería el … Continuar leyendo