En efecto: antes de ayer por la tarde estuvimos en su salón de actos Sebastián Mondéjar, Sergio Valcárcel, Pepe Riquelme y yo, haciendo temas de nuestro “Crazzy progresión”, gestado durante todo este año dos mil diecisiete, grabado durante unos cuantos viernes por la mañana en el estudio de Sergio, bajo su pericia, tan grande en esto de editar a golpe de Nuendo, entre mil anécdotas y momentos bien bonicos de música y camaradería, bajo nuestro constante lema de intentar hacer las cosas con calma y bien y para nada urgidos por cosas extrañas a la música.
Nos han salido diez temas muy lindos, en nuestra opinión claro, si que es cierto que muy apegados a la técnica; por ejemplo, mis pianos están bastante alejados del sonido acústico, pero por el contrario han ganado en precisión y eso no es de poco aplaudir. Y hemos conseguido un sonido muy lindo, entre funky y melódico, y una dulzura compositiva que se echa de menos en grabaciones a veces demasiado artificiales.
Entre estos diez temas hay seis nuestros: tres de Sebas, don de Sergio y uno mío. Están hechos con batería, bajos eléctricos o acústicos, algunos samplers, y luego la guitarra de Sebas, su imponente Banjo, su armónica y, no te lo pierdas, su contundente Kalimba. Sin duda han de gustar; otra cosa es que rocemos siquiera nada parecido a la fama, que esa hoy está copada por tanto pelotillero del régimen de las vagatelas, hoy en manos de los impresentables de la música bacalao, disco, bachatera y demás; con eso ya se cuenta, y sin embargo ahí seguimos, a gusto y haciéndonos lo que no gusta, aunque el gran público esté ausente, entre los confetis del naderío político y la siesta ya larga de la desvergüenza y el cinismo.
En fin, por si queréis una pequeña muestra de nuestro hacer, ahí paso este link, de unos cinco minutos, de esta actuación del 21 de diciembre, antes de ayer: